Vistas de página en total

viernes, 17 de octubre de 2014

Selectividad:Mi historia

Motivo de alegría para unos, motivo de desgracia para otros. En mi caso elijo la desgracia ante todo. Soy así de pesimista, o al menos lo era en aquel entonces...
Todos ansiabamis que llega el tan esperado día. Yo estaba temblando, no sabia si reír o llorar de los nervios que sentía. Bueno, llego y conforme llego se fue. No esperaba menos, a veces esperamos algo de grandes magnitudes cuando en realidad es menos pero menos de lo imaginamos y creemos. Conforme se fue lo supe. No llegaría.  Lo sabía.  No es que no creyera en mi misma aunque era verdad, no creía en mi misma. Me veía joven e inexperuta,  no me creía capaz de llegar y así fue por supuesto....
Si hubiera creído más en mi misma, si hubiera estudiado más, (bueno más seria ya convertirme en zombis o adicta a los libros o optar por aprenderme hasta las comas y los puntos, aunque ya lo hice.), todo eran reproches a mi misma, todo era haberme cuidado más, me obsesione a niveles abismales. Ahora que ha pasado lo sé.  No era para ponerse así u obsesionarse tanto.
El último día que hice selectividad, lo supe. No llegaría a cumplir mi meta autoimpuesta. El peso de la realidad y el del esfuerzo en vano, cayó sobre mi. No pude evitarlo. Lloré, lloré como nunca. Sabia que no podría evitar mi final catastrófico por mucho que lo evitarse. Llegaría, lo sabia. No me quedaba duda de ello. Tras ese día,  llegaron las ansiadas notas, para mi desgraciadas. Efectivamente, no había llegado y lo que me daba más rabia si fuera era que no había llegado por dos míseras décimas. Me enfadél conmigo misma, lloré de nuevo y estuve dos semanas con una gran depresión y sintiéndome avergonzada de mí y de mi nota. No debería haberme sentido así pero lo hice. Para nada me sentía bien conmigo misma, empecé a odiar me a mi misma hasta sentir asco y repulsión por quien era. ¿De que me había servido estudiar? ¿De que me había servido esa obsesión por estudiar hasta tal estribos que lleguél a perder cuatro kilos en una semana porque no conseguía probar bocado? ¿De que me había servido si lo había perdido todo?
Perdí la ilusión por seguir adelante por superarme a mí misma y a mis miedo. Lo perdí porque ya no sentía nada. No sabia si volvería a sentirlo, pero todas esas decepciones una detrás de otra me hicieron inmune a cualquier cosa. Para ti comente no tenia sentimientos ya ni si quiera podía llorar. Había gastado el cupo de lágrimas de un año en dos semanas. Ya no me quedaba nada, tan solo el aire que respiraba.
Me decepcioné a mí misma más que a cualquier otra persona. Más que a mi madre que se sentía orgullosa de mi a pesar de ser un completo fracaso,  siempre busque se sintiera orgullosa de mi pero en realidad todo era una excusa para sentirme orgullosa de mi misma. Nunca lo he estado porque para mí nunca es suficiente ni lo que hago ni el esfuerzo que pongo en ello. Siempre quiero más.  Siempre es más pero para mí siempre consigo menos. Soy muy exigente conmigo misma y todo lo que me rodea, puede ser que aún no tenga novio porque me gusta exigir a los demás lo mismo que me exijo a mi misma. Lo malo que nunca es suficiente.
Después de las dos semanas que me tome para olvidar todo lo de selectividad y salir del agujero negro en el que me había sumergido, empecé a trabajar por primera vez. Allí me di cuenta de una cosa, siempre debo llevar una sonrisa en mi rostro a pesar de lo que ocurra. Siempre habrá personas mejores y peores que tu, pero hay que sentirse orgulloso de todos los logros realizados ya sea de carácter personal, laboral,académico. .. que se yo, de cualquier tipo, da igual el que sea, por pequeño que sea, siempre hay que atesorar lo bueno y lo malo olvidarlo.  Siempre hay una salida, tan solo tenemos que ser lo suficientemente valientes y fuentes como para poder llegar hasta ella.
Trabajando me di cuenta de cosas que ignoraba de mi misma. Descubrí a una nueva yo. Esa nueva yo era alguien que se esforzaba sin mirar la recompensa que obtenía por ello. Alguien que veía lo positivo y no lo negativo, con todo el esfuerzo que eso suponía para mi. Siempre decidí que querría más pero no porque lo necesitase sino porque con ello me demostraba a mi misma que podía superar mis límites.  Era más fuente de lo que parecía o de lo que me quería mostrar a mi misma. Lo era y lo había demostrado. Podía hacer todo lo que me propusiera,  sabia que costaría pero que lo conseguiría porque nunca me rindo, ni lo haré jamás se que selectividad fue una desgracia pero es algo que puedo remediar. Estoy orgullosa de quien soy porque se que no importa quien o que se metan en mi camino yo soy lo suficientemente fuente como para saber donde están mis límites pero estos son límites morales pero no físicos.