He alcansado otro nivel. He cerrado todas y cada unas de las heridas que tenía. He soltado todo el lastre que llevaba años acumulando. Por fin vuelvo a ser yo.
No sé ni cómo ni por qué pero el destino me ha dado una segunda oportunidad.
Sin quererlo ni saberlo me vi envuelta en una serie de situaciones que nunca imagine podría experimentar. Me encontré con todas y cada una de las personas que me han hecho mucho daño en mi vida, si fuera poco no me amendranté y las enfrenté a todas de frente, valga la redundancia... Les demostré que había cambiado, que la vida me había cambiado. Tal vez todo se reduzca a que le di demasiada importancia a esas personas, más de la que se merecían. De hecho, no habían sido tan importantes en mi vida como para llevar esa profunda cicatriz en mi pecho. Sin duda, al haber aprovechado esas oportunidades, obtuve el mejor placer del mundo. El placer de soltar todo el dolor que llevaba años acumulando. Después de todo este tiempo conseguí soltarlo todo y dejarlo ir. Por fin me siento libre, más ligera, más fuertemente. No tengo miedo a nada, a fin de cuentas he pasado por todas esas situaciones que me marcaron profundamente y he conseguido superarlas con creces. Sé que en el futuro seré capaz de superar más situaciones como esas, e incluso peores. Soy fuertemente y voy a procurar recordarlo cada vez que pueda.
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