Todo cambió con mi triste suspiro
Hay momentos en la vida que lo diferencia todo. A
veces es una sonrisa, otras una mirada o un simple pensamiento. Nunca he sido
capaz de ver más allá de lo que ven mis ojos, nunca he visto a
alguien más allá del físico, pero todo cambió. Ya no juzgo a las personas por
las apariencias sino por su personalidad. Qué más da que él sea físicamente lo
que busco, qué más da que nos veamos bien juntos si nuestros corazones no laten
a la misma velocidad. Si fuera otra persona me hubiera lanzado a sus brazos sin
pensarlo, sin embargo soy yo misma y me sentiría culpable si me engañara y nos
engañara a ambos en una relación sin futuro porque no hay amor es solo atracción,
esa podría ser la razón por la cual no me arriesgué a descubrir hasta donde
podríamos llegar, por eso no quise volver a verte, por eso no quise arriesgarme
a romper mi racha porque no nos merecíamos. Tú no eras para mí y yo menos para
ti. ¿Qué razón me diste para que yo siguiera queriéndote? La respuesta es simple:
ninguna, simplemente tu no me quisiste desde el principio. ¿Qué sentido hubiera
tenido convertirme una más de las tantas chicas a las cuales usabas y tirabas?
¿Qué sentido hubiera tenido? Dime. Ninguno. No éramos compatibles y no por
gustos y afinidades como yo pensaba sino por sintonía de nuestros sentimientos
aunque con el paso del tiempo me he dado cuenta de que me equivocaba. Sí, era
yo la equivocada. Creí quererte, la verdad me costó olvidarte aunque una vez lo
hice jamás volví a sentir esa punzada en el pecho ni las mariposas en el
estomago cuando te veía ni me volvieron a temblar las piernas cada vez que te veía
puesto que ya realmente no te veo. No veo al chico que quise simplemente veo
los restos de algo grande que se echo a perder a sí mismo. Ya no soy capaz de
ver a ese chico que quise. Desde hace dos años no lo veo. Bueno, realmente sí
nos hemos visto pero no nos hemos vuelto a mirar con la intensidad que lo
hicimos en ese momento. Sí, efectivamente el momento en el cual te quise, ese
en el cual hubiera hecho cualquier cosa por tu afecto o una simple sonrisa de
felicidad por tu parte, pero no, no lo tuve jamás lo tuve. Para ti era menos
que nada. Para ti era invisible. Para ti era una niña tonta que no sabía lo que
quería. Para ti mis sentimientos eran solo una ilusión. Para ti yo nunca
existí.
Tras dejara atrás esos sentimientos dejé caer un gran
peso de mi alma y de mi corazón. Cayó al mar donde se lo llevó la corriente mar
adentro. Allí de donde jamás debió salir. Allí a ese oscuro lugar llamado
olvido. Ahí es donde se encuentran en este momento esos sentimientos. Después
de ello, jamás volví a pensar en ti .Jamás volví a sentir aquello por ti. Jamás
volví a enamorarme de la palabra "amar" porque jamás "me enamoré
de ti" y eso lo aprendí con el tiempo. Me equivoqué. Jamás te quise, solo
creí que eso era "amor". Jamás lo fue. Solo fue atracción que yo me
esforcé en moldear para transformarla en "amor". Creí incluso tener
los síntomas del "amor" jamás fue así. Me ilusionaba la idea de tener
un "amor". La idea de "estar enamorada" y ser
correspondida. Gracias a ti no cometí la mayor locura de mi vida. Dejarlo todo
para tenerte a ti. Gracias de nuevo. Me hiciste darme cuenta de que el amor es algo más que un
físico. Es algo más que química. Es más que una conexión. Es mantener nuestros
corazones conectados y latiendo a la vez. Tu corazón y el mío conectados por un
sentimiento. Sentimiento de no solo de amor. El amor no es tan simple ni yo
mucho menos. Somos dos maquinarias complejas que se unen por algo más complejo
como es el amor. El amor no es solo amor, es todo a la vez. Es amor, es diversión,
es alegría, es posesión, es euforia, es protección, es egoísmo, es compasión,
es a su vez ira, es odio a pesar de su contrario.... y una infinitésima de
adjetivos más porque el amor provoca todos esos sentimientos. La pérdida
de la figura amada. Mantenerla, protegerla, amarla como a tu propia vida.... todo
eso es amor. Es algo más que simple amor. Eso es lo que nos faltó, a
veces el amor no es suficiente, a veces necesitamos que nos recuerden lo que
es. Porque no es sencillo. Porque a veces se agota. Porque no conseguimos
mantenerlo. Él para nada es sencillo. Es todo menos eso.
¿De qué me habría servido quererte? ¿Para qué?
Eso fue todo lo que pensé cuando solté ese gran
suspiro sentada en un banco viendo las olas romper. Mis penas se iban con ellas
y me sentía mil veces mejor que como había llegado, por fin recordé donde
estaba mi sitio y no era al lado de él. No le necesitaba ni él mucho menos a
mí. Todavía me pregunto a día de hoy porque seguirá soltero. De su rechazo han
pasado ya dos años. ¡Qué más da, la verdad! ¿¡Qué me importa!? Él sabrá. Sigue
buscando una buena chica que le quiera, le comprenda y tenga gustos similares a
él. Yo era todo eso. Luché por aprender todo lo que fuera capaz de sus gustos
aunque no sirvió de nada. ¡Qué más da! Él perdió más que yo. Muchos como él
hay. Como yo solo existo yo. Sé que soy diferente, sé que puedo ser demasiado
rara o antisocial pero es algo con lo cual he luchado durante años. ¿Qué más
da? Yo ya he luchado para combatirlo. Ya he avanzado. He cambiado. Ya no soy esa
niñata que ni si quiera viste. Ya no soy esa niña tonta que persigue sueños
imposibles, ya no soy la chica que hubiera hecho lo imposible porque te fijaras
en ella. Ya no soy esa chica que solo buscaba tu felicidad por encima de
la suya propia. Ya no soy nunca más la chica que te quiso. Ya no soy esa chica.
Ahora soy la chica que luchara por avanzar, por superar temores, por crecer,
por las injusticias, por ayudar a aquellos que lo necesitan, por apoyar a todo
aquel que lo necesite... Ya no soy más esa chica. Ya no. Ahora soy la chica que
te hará sufrir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario